jueves, 13 de mayo de 2010

Confinado

Llegó la noche sobre una manta, luz de vela e incienso,
una pizca de romanticismo a la pimienta,
que no pica, pero da sabor
y después tus besos,
que no fueron los mismos.

Llegaron los parientes,
los miedos,
la cama cansada de sudar,
el malestar,
las preguntas,
el cambio de humor,
la fragilidad.

Las vueltas,
la falta de abrazos,
el sueño rompedor,
mi insomnio,
mi cansancio,
sentirme de nuevo extraño en la habitación.

Y al despertar no solo los besos fueron ajenos,
sino también tu abrazo sobre mi pecho,
los susurros insólitos del desayuno.

Tu rostro serio hasta salir por la puerta
con la siguiente carcajada de la calle Atocha,
me deja sin fuerzas...

Y ahora solo puedo no parar de pensar,
como lo vengo haciendo desde que tus besos y abrazos
me condenan al destierro.



viernes, 23 de abril de 2010

Autógrafo candente.

A Nares Montero.


Una pluma en el teclado como falo al que irritar.
Versos,
estrofas,
rimas,
ortografías arrugadas,
suficientes columnas que abusan del delirio,
como solo ella le pudo llamar...

Cuelgan flácidos,
como faroles de esparto,
en mitad de un Madrid oscuro,
donde queda quieta,
pasmada,
abrumada,
caliente...
Caliente.

Una balada que pende de un hilo cortado en tres partes,
dos pechos y una furia deshabitada.

Calla a los presos de la lujuria
y se enamora de la luz intermitente
que pide auxilio sin ruptura,
espada en los labios del crucificado,
la oda de un ser que sin ser amado,
muere ante tales adjetivos tan bien puestos.

Del cabaret a la oficina y de ahí,
al patio de butacas de un burdel
donde la eyaculación precoz se cotiza al alza,
tras una guitarra, una sonrisa
y un ideal del cual no se pretende más que aparentar,
en algunos casos.

Dueña de sus pasos,
compañera del deseo,
del ardor,
del llanto intranquilo
de sus compañeros ebrios,
de sus musas fulanas de la envidia,
sus amigas,
conocidas,
o lo que sea eso.

Una viuda de lo bueno,
cuyos hijos bautizados y casi gemelos,
se pelean por ser primogénitos,
disputan la herencia de sus dones,
entre acuarelas folladas sin condones,
más vivas unas que otras,
latentes en el gemido de cada palabra...

Convertida hoy en notario de su vida,
tras una sonrisa vestida de lino rojo como sus labios.

Te miro de reojo,
y desde el deseo,
solicito un autógrafo candente,
en la obra maestra de nuestras vidas,
que no mueren.

jueves, 22 de abril de 2010

Seda sobre seda

El manto que cubre tu ser,
que te envuelve,
lo recorren mis huellas de viento y sombras,
atrapadas por noches,
lunas,
kilómetros
y por tí...
Y despierta mi cuerpo y mi mente
abrazado a la seda,
a la sonrisa,
al silencio,
al breve instante de tus besos,
que nunca son suficientes
y me hacen aún más loco e impaciente.

Pasa el corto calendario
como enciclopedias de historia,
batallas vencidas.
Biografías de dos humanos sencillos
que aún vivos,
buscan nuevos frentes y horizontes por descubrir,
ganando guerras, conquistando sus corazones
y muriendo cada noche en el calor de sus cuerpos...
donde vuelven sus almas para encontrarse de nuevo.

Seda sobre seda,
paso a paso,
indeterminado,
seda sobre seda,
palpitan mis ojos callados.

Mi canción

Con mi voz hecha pedazos,
adelanto un paso al abismo
mientras me saluda la muerte sonriente
esperando como siempre que yerre.

Erre que erre.
Los mismos casos,
las misma iras,
el diluvio que empieza sin hacer daño.
Las misma caras,
las mismas dudas,
la flor húmeda del jardín del Este.

¡Ay Cecilia!
que ronca se nos ha puesto la voz,
no consigo cantarte,
tampoco tocarte.

Tus curvas atrapan mi pecho
y mi fuelle agujereado
solo nos indica que la muerte está próxima
y vendrá sonriente esperando que yerre.

Si fueras mujer te tocaría como a una guitarra,
cuerda por cuerda,
entreteniéndome entre la quinta y la sexta,
y te deslizaría por el mástil, traste a traste,
hasta suspirar la melodía final.
El ritmo como molino de viento,
el último aliento arpegiado,
reconstruyendo los pedazos de mi voz
el puzle de mi vida.

Mi canción.

miércoles, 21 de abril de 2010

Buenos días

Vueltas en la cama en una noche intranquila
donde un abrazo, pecho sobre pecho,
hará que te relajes,
pequeña mía.

Marcharé antes de que empiece el día
para extrañarte,
esperaré
recogiendo cacao y ordeñando en la pradera.
Encenderé el horno donde haré el pan,
regaré las plantas,
con el mantel cubriré la mesa,
y, con la brisa de la mañana,
se hará más corta la espera.

Subiré a la alcoba en silencio,
con la penumbra de mis besos para despertarte,
una caricia, un abrazo encarnado,
cubriré tu piel con lino blanco
y comenzaremos un día nuevo.

Oiremos gorriones, jilgueros,
jugar al gato y ladrar al perro.
Nadaremos en nuestros encantos
tan sólo con el murmullo del riachuelo.

Y entre tanto desayuno,
un latir,
buenos días,
un te quiero.

lunes, 19 de abril de 2010

A la vuelta de la esquina

Hay quien se empeña en ponerme la zancadilla para que caiga redondo y ruede hasta el mar,
me moje y salga empapado hasta las trancas y resfriado.
Hay quien se ha callado tres versos y cuatro estrofas para que no sepa quién me quiere, cómo me quieren...
Hay a quien espero a la vuelta de la esquina, siendo yo quien ponga la zancadilla en sus labios y caiga entre mis brazos para saber si me quiere y cómo me quiere...

Y para esconderme a la vuelta de la esquina, donde nadie trabaja... me pongo al frente y me digo:

¡Ay! Si me hubiera puesto antes a la vuelta de la esquina,
¿dónde estaría yo ahora?
Quizá más estrecho y arrogante...
pero en la misma esquina que el galante,
que ama, ríe y bebe...
sin importar quien se espante.

sábado, 17 de abril de 2010

En mi idioma

El precipicio se encuentra a dos centímetros de mí,
de tí,
de nosotros,
de un sistema solar entre ecuaciones de Punset,
que lleva a la ciencia del amor,
la cual no me creo.

Obama no quiere volver a la luna,
yo nunca me fui de ella, ni lo haré...
porque encontré agua
y la gravedad me mantiene en su órbita.

Sí.
Soy un lunático.
Un loco que ya no camina,
un delirio inacabado,
tranquilizantes en vena
de los ojos vendados.

Me he metido en el cajón de los trastos
y al salir, me he quedado parado,
sin habla, sin encanto...
y afónico de un frío deshidratado.
Provocando lágrimas de papel manchado,
con voces gritonas y bruscas palabrotas.

Ahora, que mucho queda en familia,
entre edredones nórdicos,
bajo a la tierra y me declaro:
Un poco más ausente,
pero lunático.



jueves, 15 de abril de 2010

Disculpas a la luna

Brillas, no dejas de hacerlo,
sonríes a veces,
cambias mi ánimo constantemente
y yo...
parezco un eclipse
capaz de darle más sombras a la noche,
inquietar las estrellas
y perderte en el espacio,
o encima de un lago...
Disculpa luna,
trato de hacerme fuerte
y solo cierro los ojos...
Pero no lamentes la ausencia
porque da fuerza a nuestro cielo...
Disculpa
porque he pasado del delirio
al infierno.
Aunque ahora, sonría de nuevo.

Peregrinaje incierto

No llega el final de un largometraje compostelano
porque mis dedos peregrinan por tu piel
buscando el albergue donde descansar
la lujuria y el deseo.

Entre tantos silencios hemos encontrado
terrenos abruptos superados
similares a los vividos
y nos lanzamos al mar de horizonte incierto.

Donde llegan besos impacientes,
caricias dormidas ante el sueño,
la conformidad de lo extraño
sin prisa, pero sin pausa...

Atrás quedan cielos durmiendo con estrellas,
huaynos de vestidos negros que bailaron
al compás de una lucha con batalla perdida,
guerras terminadas y completas.

Atrás quedó el quedarse en casa esperando,
el llorar ante el desamparo,
las vigilias de santos patronos
de la tontería.

Incesto delincuente de almas,
padres, madres, primas, cuñadas,
familias grandes que no crecen
si cuando despierto... puedo verte.

miércoles, 14 de abril de 2010

La Próxima mañana

*Un poema que escribí en el 2006 y que lo recupero en honor a la II República Española y a todas las víctimas (sean del bando que sean) de aquella guerra nefasta y de la dictadura cruel del franquismo.

La próxima mañana

Qué oscura encuentro esta mañana,
rodeada de encuentros prisioneros,
integrada en la vida pasada
y en los cálices eternos.

Qué extraña encuentro esta mañana,
sin tí a mi lado,
no veo las hazañas
de los viejos derrotados.

Ni se alzan banderas,
ni se oyen pensamientos,
hoy sólo se tiran piedras,
en tejados propios, y ajenos.

No se oye el latir del corazón,
de quién marchó a esa guerra,
ni siquiera los disparos,
de quienes le arrancaron su era.

Sólo escucho silencios,
en aulas y parlamentos,
y mientras, en tu corazón,
suena ese himno sereno.

¡Arrancaos ya de vuestro pecho,
esa espina que os produce insomnio,
esa llaga que escuece dentro,
y gritad al mundo que sois propios!

Mientras, seguirán oscuras y extrañas,
esas mañanas de plenos,
mientras, no colgaremos guirnaldas
para celebrar un casual consenso.

Añoro esa mañana
de Sol hasta los topes
de alegrías y cánticos
de un pueblo sin reproches.

Nos negaron esas mañanas,
los que traían la noche,
nos quitaron mañanas
con gritos sin voces.

Marchas sangrientas,
de unos y otros,
trajeron a España fosas sépticas,
hiel y escombros.

Pájaros de Alemania,
que defecaban sin gracia,
tiburones italianos,
que nos hicieron de secano.

Hoy todos admiran el "Guernica"
de un gran "Picasso",
incluso ven belleza,
en un puzle de rostros y brazos.

Somos seres prefabricados,
con materia natural,
pero consiguieron crearnos
con mente superficial.

¡Despertad ahora,
del olvido impuesto,
Dejad de lado,
esos pactos de silencio!

Entonces veremos mañanas,
veremos tardes y noches,
claras, muy claras,
como siempre debió ser nuestra España.

Echemos una mano,
a quienes son arqueólogos a la fuerza,
y extraigamos esos huesos,
de su gente amada, que murió por nuestra tierra.

Contemos a nuestros hijos,
que todo es muy diferente,
a como nos lo contaron los maestros,
que se pasaron de prudentes.

Levantemos nuestras manos,
abracémosnos al prójimo,
y mostremos a todo el mundo
que en España... somos hermanos.

Explosión

Fuerza en las manos,
solo eso.
Coincidencias sin ciencia
que provocan la explosión química
de volcanes dormidos en el tiempo
que emergen arrasando los cuerpos.
Una lucha,
labio a labio, beso a beso,
provocando la explosión de mis versos.

Suspiros que descansan la falta de descanso
y despiertan el amanecer sin bostezos,
quedando dormidos los miedos
tras un desayuno de madrugada.

Fuerza en las manos,
solo eso.
Suficiente para entregarme
y ser tu preso.

viernes, 9 de abril de 2010

Sueños

Tumbada la espalda en el pecho del colchón,
un mal día, o el día que no llego a la estación,
vivía un futuro incierto,
un canto, una ausencia y un lamento.

Corrían las notas en la habitación,
ahora que estamos a solas compongo una canción,
te miro, me acerco y te canto al oído
hoy el mundo se hecho pequeño...

para que esté contigo.

Los besos que vienen, llegan y se van,
apartan los labios de los sueños,
espero ponerme tan cursi como Sabina
y probar tu lado más pequeño.

Son sueños, mentiras o posible verdad,
son sueños, cuchillas y caricias,
guitarras tocadas al fondo de tu piel,
son sueños, solo sueños del día.

Son sueños.

jueves, 8 de abril de 2010

Revienta

Tímpanos desollados,
lentes de cristal roto,
silencios a gritos,
años cansados.

Sigilo destripado,
flores marchitas,
vecinas en venta,
revienta.

Peligros muertos por carácter,
ancianos sin bastón ni dentadura,
niños que no llegarán muy lejos,
bienvenidos a la dictadura.

Amarrarse al sinsentido,
al desastre de las gotas
que caen una a una,
detrás de otra.

Ahora que no veo miedos
me tapo con la manta hasta las cejas,
tiemblo ante el calor de tus ojos
y mi corazón revienta.

Caigo en picado
al vacío de los sueños,
entregados en un paquete
con cinta, sellado.

Blanco o negro,
nunca gris,
ni tonos medios,
sostenidos y bemoles de nuevo.

Revienta.
Bienvenido a la locura.

miércoles, 7 de abril de 2010

Descafeinado

Aroma y sabor en granos tintados de rojo,
que desaparecen tras la cirugía saludable,
que no saluda a mi sueño
ni a mis ganas de dormir.

Asaltados y robados de su virginidad,
tostados y quemados al viento,
con sus corazones molidos
y el paladar descubierto.

Alteran mis nervios.
Mueven mis manos con miedo.
Agua, calor, presión...
Subo al cielo.

martes, 6 de abril de 2010

Luz roja


Entra.
Sienta su mirada de taburete.
Abre sus piernas.
Finge.
Alarga la mano.
Cartera de clientes.
Éxodo.

Entra.
Virgen de cincuenta.
Engulle.
¿Ya?
Vamos.
No puedo.
Alarga su mano.
Sin descuento.
Se va.

Ahora sale ella.
Taxi.
Semáforo.
Timbre.
Ascensor.
Vicio.
Alarga la mano.
Finge.
La mano muy larga.
Semana santa.
Pasión.
Muerte.
Resurrección sin nada.

Entra.
No hay billetes.
Andenes de censura.
Luz roja.
Duerme.

Y más tarde,
entra.

domingo, 4 de abril de 2010

Hay días y días...

Hay días y días,
en los que te revuelves entre arena
y atrapas mariposas al mismo tiempo.
En los que resuelves las últimas dudas
antes de acostarte ante el viento

que llega desnudo y casi muerto,
al compás de las olas dormidas,
de las noches de ensueño,
de la blanca luna
y los duendes buenos...

Hay días y días,
tardes, noches y amaneceres,
cuando las madrugadas lloran
y el deseo ardiente de la mirada ciega
se descompone ante el silencio y la ausencia

que tiñe la piel de un rojo quemado,
las entrañas de un gris insípido
y los ojos de negro,
opacos, que se humedecen ante la precariedad de los sueños,
la antorcha que no llega a apagarse.

Hay días y días.

viernes, 19 de marzo de 2010

Entre - tenido

Entre sur y el norte,
entre el mar y la cumbre,
entre tu pelo.

Tener abrazada la locura,
tener fe
tener té.

Entre tener
y no tener ...
entre un nido.

De haberte tenido
me hubiera puesto
entre el agua y la arena,

al no tenerte,
no consigo estar
entretenido.

Mientras duermes

Ahora el mundo se hace pequeño,
las distancias se acortan
y apenas se separa el paralelo.

Ahora se montan las placas tectónicas,
piel con piel,
dejando caer todo lo construido
sin merecer la pena.

Queda de pie la esencia,
la belleza,
el misterio...

Rompen las olas en mi pecho,
desnudando el pálpito,
mirando espejos,
se calcinan los deseos tan deseados.

Despierto entre tanto ajetreo
de sábanas arrugadas
que sobran por el calor de los cuerpos
y duermes tan bella como te recuerdo.

Enfrío mis manos,
me incorporo al nuevo día,
y regreso a este pueblo pescador,
a su humedad y con el silencio.

Te dejo esta nota para que la leas al despertar.

Cada noche contigo
es la noche más feliz
de toda mi vida.
Te quiero.

Mi lenguaje

Si lo versos no se escriben en una libreta
los digo al aire o te los doy en la mano.
Vengo a buscarte para volar,
sentir el terciopelo de la calma,
abrigarte con caricias
y dormir en tu cama.

Vengo a ser corona sin espinas,
a luchar por la simpleza.
Que no tenga lógica diurna,
y que no desaparezca.

Vengo a tildar tu pecho
y abrazar tu espalda,
vengo sin ser preso
a la cárcel de tu piel.

Pregúntame y te respondo con poesia,
maneja tus dudas en prosa y les daré metáforas,
esconderé mis sentimientos entre árboles
y te guiaré con flechas en el suelo.
¿Acaso no es eso lo que hacemos?
Versos en cada escena de esta película
desde el romance a la pasión
volando entre nubes color perla
hasta tu habitación.

Palabra tras palabra para decirte con las mejores palabras, que mis palabras son sinceras. Porque en mi idioma, cada palabra tiene significado y tú... tú significas muchas palabras.